“También contento porque mis pupilos
Alain 18º, Unai 24º y David 38º, han hecho buena carrera. De
hecho, Alain ha vuelto a mejorar su marca en los 10 kms, va como un
tiro.”
-Gorka Bizkarra
Ayer, 25 de Enero de 2015, fue un gran
día deportivo para mí. Formé parte del grupo de atletas que
compitió en los 10kms de la Herri Krosa (Cross popular) de Mungia.
La salida para los absolutos fue a las 11:00, pero yo ya rondaba por
allí a eso de las 10:00. A las 10:20 empecé a calentar con mi
entrenador Gorka Bizkarra y realizamos una vuelta progresiva a los 5
km que formaban cada una de las vueltas mientras comentábamos la
estrategia. Nos encontramos con una recorrido duro, un recorrido que
no era para hacer marca debido a los repechos y las curvas (mucho
repecho y mucha curva, MALO!!).
De todas formas, mi objetivo estaba
claro, romper los 37:30 de la Herri Krosa de Bilbao (cross popular de
Bilbao).
En fin, terminamos de calentar a las
10:50, y como de costumbre, me tomo mi gel pre carrera con agua. Es
aquí cuando me doy cuenta de que uno de los dos geles que llevaba
(uno de repuesto) se me ha caído así que intento buscarlo pero
nada, que no aparece, por lo que me voy directo a la línea de
salida.
Una vez en la línea, me quito la ropa
de sobra, preparo el TomTom, y me mentalizo. Me mentalizo en hacer mi
propia carrera, en no preocuparme de mis rivales y en que no me pase
como en la media de Vitoria. Hay que salir con cabeza.
Sabiendo que hay mucho repecho y que mi
ritmo medio en Bilbao fue de 3:45 min/km, ya tenia referencias de
sobra para hacer una buena carrera.
Salimos!!!
Los primeros km, son rápidos, y se van
formando los grupillos. Yo me encuentro en tierra de nadie, el grupo
de delante va muy rápido, y el de detrás muy lento, así que decido
tirar yo mismo. En los últimos metros de esta primera vuelta, se me
pegan dos atletas y voy tirando de ellos.
De repente, sorpresa!! veo a lo lejos
un botecito negro ES MI GEL, así que cual gato paso por al lado y lo
agarro sin perder ni un segundo ni la posición de líder en el
grupo.
La entrada a meta de la primera vuelta
es en cuesta y se ve como la gente va perdiendo fuelle ya. Yo que
había decidido correr con cabeza empiezo a pasar gente.
Nos plantamos ahora en el km 8. Los dos
atletas y yo, que formamos el grupillo vamos pasando a gente, y en el
km 8.5 decido romper el grupo y empiezo a subir el ritmo. Es aquí
cuando los dos atletas que habían hecho la carrera entera detrás de
mi empiezan a jugar también. Los tres empezamos a picarnos, pero
llega la cuesta y yo decido no apretar demasiado aquí y romper al
final. Esto no fue lo mejor porque los otros dos no bajaron el rimo
después del repecho y no pude cogerles.
El final de la carrera fue un final
apoteósico. Veía a lo lejos el reloj que marcaba 36:40, y sabía
que si apretaba lo que me quedaba podía bajar de 37. Este tramo no
era recto, si no en subida y cuando apretaba mis piernas iban ya al
límite, no podían correr más rápido, pero yo quería bajar de 37. El tiempo parecía ir a cámara lenta, al igual que los latidos de mi corazón, y la sensación de no avanzar se hacia muy pesada. tic-tac-tic-tac, se aproximaban los 37 minutos y mi cuerpo no avanzaba. La sensación de sufrimiento quedaba reflejada en mi cara, y cada segundo que pasaba me pesaba. Pero esa fuerza interior que todos tenemos tiraba de mí y gracias a eso, entré en meta con un tiempo de 36:57 en 18º posición,
un tiempo con el que hace un año no podría ni soñar, y que además
ha sido en un recorrido poco propicio para hacer tiempo. Esto me
demuestra que los sacrificios realizados y el trabajo duro en los
entrenamientos esta dando sus frutos.
Estar alante en las pruebas es una
sensación indescriptible, ver como eres capaz de aguantar el
sufrimiento, como disfrutas cada curva y cada recta y que todo lo que
trabajas da sus frutos no tiene precio.
A seguir así!!
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